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Mostrando las entradas de mayo, 2017

Cuento

Alta cocina Cuando oigo la lluvia en las ventanas vuelvo a escuchar sus gritos.  Aquellos gritos que se pegaban a la piel como si fueran ventosas.  Subían de tono a medida que la olla se calentaba y el agua empezaba a hervir.  También veo sus ojos, unas pequeñas cuentas negras que se les salían de las órbitas cuando se estaban cociendo.                 Nacían en tiempo de lluvia en las huertas.  Escondidos entre las hojas, adheridos a los tallos o entre la hierba húmeda.  De allí los arrancaban para venderlos, y los vendían bien caros.  A tres por cinco centavos regularmente y, cuando había muchos, a quince centavos la docena.                 En mi casa se compraban dos pesos cada semana por ser el platillo obligado de los domingos y con más frecuencia si había invitados a comer.  Con este guiso mi...

TEXTO DIALOGADO